Las crisis sanitaria, climática y ecológica están profundamente relacionadas y existe una estrategia para revertirlas en conjunto: recuperar los ecosistemas naturales. Si bien existen áreas protegidas, los ecosistemas naturales se encuentran degradados. Es necesario trabajar activamente para recuperarlos.
Los ecosistemas naturales son vitales para la vida humana. Aseguran la provisión de agua al mantener las cuencas hídricas en buen estado de conservación; renuevan el aire que respiramos generando grandes cantidades de oxígeno; impiden la transmisión de enfermedades a través de extensas barreras biológicas.
Los ecosistemas naturales fijan el carbono en la tierra, contribuyendo con la mitigación de la crisis climática. Y no sólo los humanos nos beneficiamos. Al trabajar activamente en los ecosistemas, se generan las condiciones para recuperar las poblaciones de especies animales y vegetales en peligro, y para traer de vuelta las que hemos extinguido.
La recuperación de los ecosistemas naturales trae belleza al mundo a través de la restauración de la diversidad, de las relaciones ecológicas que crean y sostienen la vida, y de las cuales somos intrínsecamente parte. Si queremos encontrar belleza en nuestro mundo natural, y además queremos funcionalidad ecológica, podemos poner las partes faltantes en el lugar que les corresponde.
Esta solución parece mágica.
Para entenderla mejor, repasemos algunos conceptos clave:
Qué es un ecosistema?
Un ecosistema es una comunidad de organismos vivos: plantas, animales y microbios, que interactúan entre sí y con seres no vivos, como minerales, en un determinado lugar.
¿Qué es una cascada trófica?
"Cascada trófica" es un término acuñado por el biólogo Robert Paine para describir los efectos potentes descubiertos al remover o reintroducir algunas especies en un determinado ecosistema. Estos efectos revelaron conexiones inimaginadas entre distintas especies de animales, convirtiéndose en una característica general de todos los ecosistemas: las reglas de regulación que determinan los números y tipos de criaturas en una comunidad.
Todas las especies de un ecosistema son importantes para su salud. Si bien algunas no interactúan entre sí, su presencia —o ausencia— impacta en toda la comunidad.
Un depredador es capaz de controlar la composición de especies de todo un ecosistema. Las cascadas tróficas suceden cuando un predador reducela abundancia de una especie, permitiendo que aparezcan especies en el escalón inferior.
El ejemplo de esto más conocido en el mundo es la reintroducción de lobos al Parque Nacional Yellowstone, en los Estados Unidos, luego de 70 años de haberse extinguido. Durante esos 70 años, los ciervos se multiplicaron y comieron los brotes de los sauces, los álamos templones y los álamos de Virginia. Dichos árboles a su vez eran alimento de los castores, los cuales desaparecieron frente a la falta de comida. Junto con ellos se fueron las pozas, lo que condujo a una reducción de las capas freáticas. Las aves que anidaban en sauces y álamos también desaparecieron o se hicieron muy raras. La restauración de los lobos ha cambiado drásticamente esas tendencias. Ya hay árboles jóvenes que sobreviven y reemplazan a los viejos, los castores hacen pozas y aves canoras anidan nuevamente en los sauces al borde de los ríos. El retorno del depredador tope al ecosistema realizó drásticamente su riqueza biótica y la diversidad biológica.
¿Qué son las especies clave?
Se ha descubierto que hay determinadas especies de animales que son fundamentales para la salud del ecosistema. Se les llama "especies clave". Su importancia radica en la magnitud de su influencia, no su rango en la cadena alimenticia. Si estas especies desaparecen, o si se reproducen excesivamente, todo el sistema colapsa.
¿Qué pasa en Argentina?
En los últimos siglos, la acción humana alteró completamente los ecosistemas. Las poblaciones de algunas especies nativas de animales y plantas se vieron muy reducidas, e incluso llevadas a la extinción por la cacería, el tráfico de animales silvestres, la destrucción de hábitats para actividades de la agroindustria, y la introducción de especies exóticas, entre otras.
Esta degradación ambiental...
¿Qué podemos hacer?
Todas las personas podemos ser parte del cambio. Cada cual desde su lugar y espacio, podemos juntos exigir a los tomadores de decisiones que se implementen estrategias para recuperar las características propias de los ecosistemas, mediante el manejo activo de sus ambientes y especies nativas.
Todas las personas podemos formar parte de la lucha contra la extinción y del proceso de recuperación ecológica.
Todas las personas podemos ser parte de la recuperación del esplendor de los ecosistemas de Argentina.
Esto suena muy lindo pero, realmente funciona?
Acá les compartimos algunos ejemplos de proyectos que ya están teniendo éxito a lo largo de todo el mundo:
Algunos ejemplos interesantes
La situación
Desde la desaparición de los dinosaurios a causa del impacto de un meteorito hace unos 65 millones de años, la Tierra no se había enfrentado a un proceso de extinción tan alarmante. Pero esta vez, el origen de la extinción es diferente: el Homo Sapiens.
Las únicas condiciones que conocemos para vivir están cambiando, y lo están haciendo muy rápido. Estamos degradando a diario el aire que respiramos, las fuentes que nos abastecen de agua, los suelos que nos proveen alimento.
Estamos destruyendo hábitats complejos y diversos para plantar monocultivos; volando paisajes por el aire para extraer minerales y petróleo; represando ríos y destruyendo el resultado de millones de años de evolución para obtener energía de forma obsoleta. Estamos traficando animales, introduciendo especies exóticas a ecosistemas ya debilitados, aniquilando especies para siempre. Somos conscientes consumidores de bienes y objetos de los cuales no conocemos su origen, ni con qué impacto y costo ambiental fueron hechos. Y lo estamos haciendo en una escala nunca antes vista. El camino hacia nuestra extinción es la nueva "normalidad", y es el resultado de un modelo de desarrollo basado en separarnos de la naturaleza y entenderla como una proveedora de "recursos" infinitos para un crecimiento económico ilimitado. Nos inventamos el cuento de nuestra propia extinción.
¿Cuál es el resultado?
200 especies de animales y plantas se extinguen por día.
1 millón de especies está en peligro de extinción.
1 de 4 especies se extinguirá para 2050 a causa de nuestras acciones. (ONU)
Incluso nuestra propia especie está en peligro.